La disforia de género es un concepto a menudo controvertido, ya que históricamente ha estado acompañada de lo transgénero, que continúa provocando debates altamente polarizados en la política, la filosofía y las ciencias sociales en la actualidad.
En este artículo te cuento qué es la disforia de género, sobre si es un trastorno mental o no y el tipo de intervenciones que se llevan a cabo para ayudar a las personas afectadas y la ayuda profesional que buscan.
¿Qué es el trastorno de disforia de género?
El trastorno de disforia de género se refiere a la angustia psicológica que surge de una incongruencia entre el sexo asignado al nacer y la identidad de género. Aunque la disforia de género suele comenzar en la infancia, es posible que algunas personas no la experimenten hasta después de la pubertad o mucho más tarde.
Por otro lado, el término transgénero se refiere a una persona cuyo sexo asignado al nacer (generalmente basado en los genitales externos) no se alinea con su identidad de género (el sentido psicológico de su género).
Identidad de género vs. expresión de género
Es importante señalar que la identidad de género es diferente de la expresión de género.
Mientras que la identidad de género se refiere al sentido psicológico que uno tiene de su género, la expresión de género se refiere a la forma en que uno se presenta ante el mundo de una manera de género.
Por ejemplo, usar un vestido se considera una expresión de género “femenina”, y usar un esmoquin se considera una expresión de género “masculina”. Tales expectativas están definidas culturalmente y varían con el tiempo y la cultura.
La expresión de género no necesariamente se alinea con su identidad de género. Las diversas expresiones de género, al igual que las diversas identidades de género, no son indicaciones de un trastorno mental.
Identidad de género y orientación sexual
La identidad de género también es diferente de la orientación sexual. La orientación sexual se refiere al tipo de personas hacia las que uno se siente atraído sexualmente. Al igual que las personas cisgénero (personas cuyo sexo asignado al nacer se alinea con su identidad de género), las personas transgénero tienen una amplia gama de orientaciones sexuales.
¿Es un trastorno psicológico?
Hasta hace relativamente poco tiempo, la disforia de género formaba parte de un concepto clínico de lo que se consideraba un trastorno: se denominaba trastorno de identidad de género y pertenecía a la categoría de trastornos sexuales. Sin embargo, con la edición DSM-5 se reemplazó por el término disforia de género, que tiene su propia categoría fuera de la sección de trastornos.
Sin embargo, el hecho de que la disforia de género se describa como parte de un manual de diagnóstico de trastornos mentales sigue siendo controvertido. Actualmente, todavía hay movimientos muy activos para despatologizar las identidades no cisgénero, que creen que las formas de malestar y los problemas de salud mental que estadísticamente sufren más las personas trans* y no binarias que las personas cisgénero se deben a fenómenos sociales e históricos de discriminación y presión social, y no por razones psiquiátricas o de la psicología individual.
Ahora bien, asumiendo que la disforia de género es por definición un problema de malestar psicológico (independientemente de si sus causas son más o menos sociales)… ¿Cómo se expresa? Te lo cuento a continuación.
¿Cómo saber si tengo disforia de género?
Antes de nada, es importante aclarar que, en muchos casos, la disforia de género se da como resultado de una falta de información o de maduración psicológica sobre los conceptos de la identidad de género, orientación sexual, y roles de género.
Por ello no sorprende que en la mayor parte de los casos en los que niños, niñas o adolescentes señalan no sentirse identificados con su sexo biológico, terminan no siendo transgénero o personas no binarias.
Las confusiones son frecuentes en casos de homosexualidad, bisexualidad, asexualidad o afinidad por afinidad por aficiones y estéticas consideradas propias del sexo contrario.
En cuanto a las señales de disforia de género, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición, revisión de texto (DSM-5-TR) proporciona un diagnóstico general de disforia de género con criterios específicos separados para niños y para adolescentes, y adultos.
Disforia de género adolescentes y adultos
El DSM-5-TR define la disforia de género en adolescentes y adultos como una marcada incongruencia entre el género experimentado/expresado y el género asignado, que dura al menos 6 meses y se manifiesta por al menos dos de los siguientes:
- Una marcada incongruencia entre el género experimentado/expresado y las características sexuales primarias y/o secundarias (o en adolescentes jóvenes, las características sexuales secundarias anticipadas)
- Un fuerte deseo de deshacerse de las características sexuales primarias y/o secundarias debido a una marcada incongruencia con el género experimentado/expresado (o en adolescentes jóvenes, un deseo de prevenir el desarrollo de las características sexuales secundarias anticipadas)
- Un fuerte deseo por las características sexuales primarias y/o secundarias del otro género.
- Un fuerte deseo de ser del otro género (o algún género alternativo diferente al género asignado)
- Un fuerte deseo de ser tratado como el otro género (o algún género alternativo diferente al género asignado)
- Una fuerte convicción de que uno tiene los sentimientos y reacciones típicos del otro género (o algún género alternativo diferente al género asignado).
Para cumplir con los criterios para el diagnóstico, la afección también debe estar asociada con malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral u otras áreas importantes de funcionamiento.
Disforia de género en niños
El DSM-5-TR define la disforia de género en los niños como una marcada incongruencia entre el género experimentado/expresado y el género asignado, que dura al menos 6 meses, manifestada por al menos seis de los siguientes (uno de los cuales debe ser el primer criterio):
- Un fuerte deseo de ser del otro género o una insistencia en que uno es del otro género (o algún género alternativo diferente al género asignado)
- En los niños (género asignado), una fuerte preferencia por el travestismo o simular vestimenta femenina; o en las niñas (género asignado), una fuerte preferencia por usar solo ropa típica masculina y una fuerte resistencia a usar ropa típica femenina
- Una fuerte preferencia por los roles de género cruzado en juegos de simulación o juegos de fantasía.
- Una fuerte preferencia por los juguetes, juegos o actividades estereotípicamente usados o realizados por el otro género.
- Una fuerte preferencia por compañeros de juego del otro género.
- En los niños (género asignado), un fuerte rechazo a los juguetes, juegos y actividades típicamente masculinos y una fuerte evitación de los juegos bruscos; o en las niñas (género asignado), un fuerte rechazo a los juguetes, juegos y actividades típicamente femeninos
- Un fuerte disgusto por la propia anatomía sexual.
- Un fuerte deseo por las características sexuales físicas que coinciden con el género experimentado.
Al igual que con los criterios de diagnóstico para adolescentes y adultos, la afección también debe estar asociada con malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
¿Cómo se cura la disforia de género?
El apoyo para las personas con disforia de género puede incluir una exploración abierta de sus sentimientos y experiencias de identidad y expresión de género por parte de un Psiquiatra especializado.
El tratamiento puede ayudar a las personas con disforia de género a explorar su identidad de género y encontrar un rol de género cómodo que alivie la angustia. Sin embargo, el tratamiento debe ser individual y personalizado. Lo que puede ayudar a uno puede no ayudar a otro.
Las opciones de tratamiento pueden incluir cambios de función y expresión de género, terapia hormonal, cirugía y terapia conductual.
Pero no podemos olvidar lo importante de la terapia psiquiátrica especializada. El objetivo es, además de apoyar y acompañar en el proceso, desarrollar su plan de tratamiento eficaz que te ayude a sentir bienestar y vivir la vida que quieres.
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Problemas a los que se enfrenta una persona con disforia de género
La disforia de género puede afectar muchos aspectos de la vida de la persona, incluidas las actividades diarias.
Las personas con disforia de género pueden tener dificultades en los centros de educación porque se ven obligadas a vestirse de acuerdo con su género de nacimiento o porque temen ser intimidadas o objeto de burlas.
Si la disforia de género afecta el funcionamiento en los estudios o en el trabajo, esto puede conducir al abandono escolar o al desempleo.
Por otro lado, también son muy comunes las dificultades en las relaciones. Puede provocar ansiedad, depresión, autolesiones, trastornos alimentarios, abuso de sustancias… entre otros problemas de salud mental.
También suelen ser discriminadas, lo que les provoca estrés.
Por último, el acceso a los servicios de salud física y mental puede resultarles complicado debido al temor, al estigma y a la falta de profesionales con experiencia.
Los adolescentes y adultos con disforia de género que no reciben tratamiento de afirmación de género pueden correr el riesgo de tener pensamientos o intentos suicidas.
Cristina García Bernal, Psiquiatra especialista en disforia de género
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