Más del 60% de la población disfrutan de la compañía de una mascota en su hogar, lo que refleja el valor que encontramos en su presencia leal y desinteresada. Las mascotas no solo ofrecen afecto y momentos de alegría, sino que también son recomendadas por sus beneficios para la salud mental.
Las mascotas tienen el poder de cambiar nuestras vidas, influenciando nuestro bienestar de manera positiva. En este artículo, te cuento los beneficios psicológicos de tener una mascota y cómo impactan positivamente en nuestro bienestar emocional y físico.
9 Beneficios psicológicos de tener una mascota
Para empezar, es importante que sepas que adoptar una mascota es una decisión que debe tomarse con seriedad y responsabilidad. No son meros objetos que se puedan descartar; requieren un compromiso a largo plazo.
Perros y gatos, por ejemplo, pueden ser parte de nuestra vida durante 12 a 17 años, y es esencial estar preparados para brindarles los cuidados y la atención que necesitan.
1. Reducen la depresión y el estrés
La convivencia con mascotas tiene efectos positivos comprobados en la salud mental de las personas. Estudios indican que el tiempo compartido con animales domésticos puede alterar las ondas cerebrales, llevando a una reducción significativa del estrés, la ansiedad y la depresión.
Durante estas interacciones, se observa un incremento en la producción de oxitocina, conocida como la hormona del amor, y un estímulo en la liberación de serotonina y dopamina, neurotransmisores asociados con la felicidad y el placer, mientras que los niveles de cortisol, la hormona del estrés, disminuyen.
La presencia de una mascota en casa puede fortalecer la confianza y la sensación de seguridad en uno mismo. Además, puede ser un antídoto contra la soledad, ya que su compañía fomenta el contacto físico y la comunicación, ofreciendo un recordatorio constante de su presencia y apoyo.
2. Mejoran la autoestima
Diversos estudios sugieren que las personas que tienen mascotas tienden a mostrar una autoestima más elevada. Este fenómeno se asocia con el sentido de propósito que surge al cuidar de otro ser y recibir su amor incondicional a cambio.
Las mascotas nos ofrecen afecto sin prejuicios, no nos critican, ni cuestionan nuestras acciones o apariencia, y no nos juzgan por nuestros errores. Esta aceptación incondicional puede ser un poderoso refuerzo para la autovaloración personal.
3. Ayudan a desarrollar empatía
Al cuidar de una mascota, desarrollamos una conexión profunda con ella. Observamos sus necesidades, su alegría y su tristeza. Esta experiencia nos ayuda a comprender y sintonizar con las emociones de otros seres vivos.
También implica aprender a satisfacer sus necesidades nos enseña a considerar las necesidades de los demás y a ser más empáticos.
Por otro lado, las mascotas se comunican a través de gestos, miradas y comportamientos. Aprender a interpretar estas señales nos hace más sensibles a las sutilezas de la comunicación no verbal en general.
4. Conciliación del sueño
El número de personas que luchan por dormir bien está en aumento, y en su búsqueda de soluciones, a menudo se encuentran con opciones que pueden ser dañinas para su salud a largo plazo.
Aunque la compañía de un perro o gato no es una cura milagrosa para los problemas de sueño, la actividad física regular y el equilibrio emocional que proporciona sí pueden ser de gran ayuda. Mantenerse activo con paseos y juegos, junto con el apoyo emocional de un amigo peludo, puede contribuir significativamente a mejorar la calidad del sueño.
5. Fortalece la inmunidad
Nuestros compañeros peludos están tan expuestos a bacterias y gérmenes como nosotros. Seguro que te estás preguntando, ¿de qué me sirve esto? Pues, aunque no lo creas, resulta más beneficioso de lo que crees porque fortalece el sistema inmune de algunos agentes en el ambiente.
6. Desarrollan la responsabilidad
Tener una mascota conlleva una serie de responsabilidades que incluso los niños pueden aprender a asumir desde temprana edad. Se les enseña a alimentar y dar agua a sus animales, a mantener limpios su espacio y utensilios, a cepillarlos y bañarlos, y a llevarlos de paseo. Estas tareas fomentan hábitos de cuidado y una preocupación genuina por el bienestar de otro ser.
La educación en responsabilidad y empatía comienza en casa, pero también se ve influenciada por otros miembros de la familia, la escuela y la sociedad en general. Dependiendo de la edad del niño, pueden empezar con tareas sencillas como alimentar a la mascota o limpiar su espacio, y gradualmente asumir más responsabilidades. Este proceso no solo incrementa su nivel de responsabilidad, sino que también inculca valores de cuidado y atención hacia los demás.
7. Fomentan las relaciones sociales
Los dueños de perros a menudo encuentran que los paseos diarios son una excelente oportunidad para socializar. Al coincidir regularmente con otros dueños de perros, se pueden forjar nuevas amistades y expandir el círculo social.
Esta interacción no solo beneficia a los dueños, sino que también proporciona a los perros la oportunidad de interactuar y jugar, lo cual es esencial para su bienestar social y físico.
8. Favorecen la autonomía y un estilo de vida activo
Las mascotas pueden ser un estímulo maravilloso para las personas que llevan una vida sedentaria o que tienen ciertas limitaciones. El cuidado diario que requiere una mascota, como alimentarla, pasearla y jugar con ella, promueve un estilo de vida más activo y autónomo, lo cual puede tener un impacto positivo en la salud y el pronóstico general de una persona.
La rutina diaria puede transformarse con la llegada de un cachorro, que trae consigo un sinfín de nuevas experiencias y aventuras a compartir. Esta nueva dinámica puede aumentar la actividad física diaria, lo que a su vez puede elevar los niveles de serotonina, contribuyendo a una sensación de felicidad y satisfacción.
9. Alivia el dolor
En numerosas ocasiones, las mascotas se convierten en un remedio excepcional. Frente a malestares físicos o emocionales, los animales de compañía tienen una habilidad especial para mitigar nuestro sufrimiento.
La presencia de una mascota puede ser un bálsamo que alivia el dolor y nos ayuda a superar diversos síntomas psicológicos relacionados con el malestar.
Estas son solo algunas ventajas de tener una mascota, aunque no debemos olvidar la responsabilidad que esto implica.
Al compartir tu vida con una mascota dentro de un entorno de respeto, amor y conciencia hacia todos los seres vivos, aprendes a entender el lenguaje universal de la naturaleza. Te das cuenta de que las mascotas no son objetos desechables, no son juguetes que se descartan cuando pierden interés o crecen demasiado, ni se abandonan al irse de vacaciones.
Por ello, elegir tener una mascota debe ser una decisión cuidadosa y consciente. Se convierten en un miembro más de la familia y merecen ser tratados como tal. Experimentan alegría, te ofrecen amor incondicional, te cuidan y tú a ellos, sienten tristeza, se enferman, envejecen y, en definitiva, te hacen ser una mejor persona.
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