Asexualidad: ni celibato, ni aversión al sexo

La asexualidad es una orientación sexual que a menudo se malinterpreta y se confunde con el celibato o la aversión al sexo. Sin embargo, la asexualidad es una identidad válida y única que se caracteriza por la falta de atracción sexual hacia otras personas.

Este artículo explora qué significa ser asexual, desmitifica los conceptos erróneos comunes y ofrece una visión más profunda de las experiencias y desafíos que enfrentan las personas asexuales en una sociedad predominantemente sexualizada.

Todavía existen profesionales (médicos, biólogos e incluso algunos sexólogos) que niegan la existencia de esta orientación sexual, un hecho que sigue favoreciendo que muchas personas asexuales pasen por experiencias negativas en etapas inmaduras.

¿Qué es la asexualidad?

La palabra “asexualidad” no está recogida en la RAE, pero sí “asexual”, que se define como la ausencia de sexo en el proceso reproductivo, como ocurre en la gemación de las plantas o en las estrellas de mar, donde a partir de un fragmento se genera un individuo completo. Sin embargo, limitarse a esta definición hace que algunos profesionales, médicos, biólogos e incluso sexólogos, sigan negando la existencia de personas asexuales.

Se calcula que más de 78 millones de personas en el mundo, 474.000 en España, son asexuales. Estos datos se extraen del estudio Asexuality: prevalence and associated factors in a national probability sample publicado en 2004 por el psicólogo Anthony F. Bogaert, en el que concluyó que aproximadamente un 1% de la población es asexual.

A pesar de estas cifras, el desconocimiento y los prejuicios siguen marcando a esta orientación.

Asexualidad vs. celibato/aversión al sexo

La asexualidad a menudo se confunde con el celibato, que es la ausencia de relaciones sexuales por decisión propia y no implica falta de atracción. Sin embargo, en la asexualidad puede haber actividad sexual tanto en compañía como en solitario. Lo que más sorprende es cuando una persona asexual dice que es sexualmente activa y, más aún, si comenta que le gusta el sexo no convencional.

Aunque este sea el caso de algunas personas asexuales, no todas tienen relaciones, por lo que se habla de un paraguas que incluye diferentes posibilidades.

Las confusiones no terminan ahí. Hay quienes niegan la existencia de personas con esta orientación, justificando que es porque aún no han encontrado a la pareja adecuada o porque no han experimentado buen sexo.

Además, existen prejuicios que sugieren que los asexuales se quedan solteros o sin pareja de por vida, son incapaces de sentir placer sexual, no pueden amar, tienen aversión al sexo, son moralistas, están traumatizados o están pasando por una etapa.

Tipos o casos de asexualidad

La experiencia psicoterapéutica en el campo de la sexología indica que la asexualidad no solo se presenta en su forma pura, sino que también existen variantes como:

Gris-asexualidad

Esta se sitúa en la frontera entre la asexualidad y la sexualidad. Las personas que se identifican como gris-asexuales experimentan atracción sexual ocasionalmente, pero con un bajo impulso sexual, sin llegar a querer llevarlo a la práctica o haciéndolo en muy pocas ocasiones.

Demisexualidad

Se da en personas que no experimentan atracción sexual a menos que formen una fuerte conexión emocional con alguien, como sentimientos de amor romántico o una profunda amistad. En estos casos, pueden “activarse” y sentir atracción y deseo sexual por esa persona especial, manteniendo una vida sexual activa.

Podría definirse como una asexualidad temporal hasta que conocen a la persona adecuada, ya que no experimentan atracción sexual primaria (basada en la apariencia), sino atracción sexual secundaria (basada en la conexión emocional o la cercanía en una relación).

¿Cómo sé si soy asexual?

¡La asexualidad es completamente normal! Es una orientación sexual sana al igual que ser gay o heterosexual y puedes tener relaciones normales.

Puede ser confuso, tratar de descubrir si eres asexual, en especial dado que el sexo es tan predominante en nuestra cultura. Puede ser difícil o llevar tiempo, ¡y está bien! Algunas personas saben desde pequeñas que no lo son y otras no lo descubren hasta más adelante. Ambas situaciones están bien.

Si piensas que tal vez eres asexual, trata de hacerte estas preguntas:

• ¿Alguna vez te has sentido sexualmente atraído/a hacia otra persona?
• ¿Quieres tener sexo o participar en prácticas sexuales?
• Si quieres salir con alguien o casarte en algún momento, ¿quieres que el sexo sea parte de esa relación?
• Si has tenido sexo o has participado en prácticas sexuales antes, ¿fue algo que te gustó? ¿Te gustaría volver a hacerlo?
• ¿Tus sentimientos sobre la experiencia eran diferentes o similares a las de tus amigos y amigas o pareja?

Está bien si no tienes respuestas para estas preguntas todavía o si tus sentimientos todavía no son claros. Descubrir tu sexualidad/orientación sexual puede llevar tiempo y a veces cómo te nombras a ti mismo o cómo te identificas puede cambiar. Es normal que la sexualidad cambie y se desarrolle.

Solo tú sabrás cómo clasificarte correctamente.

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